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Gráficas

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Se presentan una gráfica de un artículo científico y otra publicada en la cuenta de Twitter del Congreso de los Diputados. El primer gráfico se corresponde con el artículo de Olabarrieta-Landa et al. (2016). Se trata de un gráfico de barras que incluye el título y, como se prescribe en el formato APA, el gráfico va con un número y su descripción. En este caso el gráfico representa la valoración de los participantes en la encuesta de su formación en neuropsicología. La gráfica añade información que no está en el texto, lo cual la hace útil. El eje de las X representa cada una de las categorías que se podía puntuar (excelente, muy buena, buena, normal, pobre, no recibí formación) y así se muestra en la gráfica. Sin embargo, el eje de las Y muestra porcentajes, pero no se indican de qué. Se da por supuesto que es el porcentaje de personas que responden en cada categoría, pero debería especificarse. Por ello, la gráfica se puede considerar incompleta, pero certera en la información que muestra y sin sesgo. 

La segunda gráfica fue reproducida en la cuenta de Twitter del Congreso de los Diputados (2019). Probablemente este supuesto gráfico constituye una flagrante violación de la mayoría de supuestos de un buen gráfico. El dibujo no indica lo que es, no hay datos dentro de ese “arco iris”. LA correspondencia en la leyenda apenas de lee por el formato de letra y el contraste con el azul. Además, en la leyenda se representan algunos colores parecidos y al revés de como está en la gráfica. El caso mayor aparece en la parte baja del “arco iris”, pero el primero en la leyenda”. Podemos decir que esta imagen comunica mal el mensaje, presentando la información de manera confusa, por lo que se trata de una muy mala gráfica. 

Referencias:

Congreso de los Diputados. (2 de diciembre de 2019). Los diputados elegidos el #10N toman posesión en la #SesiónConstitutiva. Así se reparten los escaños por candidaturas en la #14Legislatura.[Tuit] Recuperado de https://twitter.com/Congreso_Es/status/1201523919150206977?s=20

Olabarrieta-Landa, L., Caracuel, A., Pérez-García, M., Panyavin, I., Morlett-Paredes, A., & Arango-Lasprilla, J. C. (2016). The profession of neuropsychology in Spain: results of a national survey. The Clinical Neuropsychologist, 30(8), 1335–1355. https://doi.org/10.1080/13854046.2016.1183049

Opinión ante problemáticas sociales y éticas en la biomedicina

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Desde un punto de vista amplio, el texto de Sobar ayuda a entender ciertas problemáticas éticas y conceptuales en las ciencias biomédicas. Como psicólogo hay elementos que ya conocía, especialmente la influencia del ambiente en la conducta de las personas. 

El texto pone de manifiesto un aspecto fundamental y es la certeza del determinismo biológico. En la cultura popular se considera que somos como somos porque nacimos así. Sober expone que, si bien hay aspectos determinados genéticamente, el ambiente influye en gran medida en el fenotipo de las personas y que desconocemos qué genes exactamente influyen en ese fenotipo y en qué medida. En este sentido, la alfabetización científica contribuiría a que la sociedad esté formada en las diferentes ciencias y sea capaz de discernir las problemáticas, certezas e incertidumbres. Con esa formación podría tener una opinión fundada sobre los hechos científicos que afecten a la vida cotidiana. 

Por ello, esta alfabetización no debe ser exclusiva de la biomédicas. Es cierto se trata de un campo con grandes debates éticos, pero en otras áreas también hay controversias político-sociales que deben ser resueltas basándose en hechos científicos. Eso sí, siempre hay que tener en cuenta la incertidumbre del propio hecho científico, el cual se acepta hasta que se demuestre que otro es mejor. 

Esa formación para entender los problemas de la ciencia y su repercusión en la sociedad debe no sólo restringirse al ámbito de las llamadas “ciencias experimentales” sino que debe llegar a las ciencias sociales y humanas que, pese a emplear el método científico, parece que son menos científicas porque su objeto de estudio es mucho más complejo. Los ciudadanos deben ser conscientes de que hay ciencia en muchos ámbitos de su vida, no sólo en los laboratorios y que también hay divergencias en la sociología, humanidades, economía o la educación. 

Un ejemplo de campo en el que hay controversias, divergencias y pocas actuaciones políticas basadas en certezas científicas, es el de la educación. Los gurús educativos pregonan modelos educativos que no tienen evidencias de su efectividad, pero que influyen en la política educativa. Es el caso del mito de los estilos de aprendizaje o el de las inteligencias múltiples, teorías que no han demostrado que el funcionamiento del aprendizaje o la estructura de la inteligencia sean así. 

Otro caso paradigmático es la confusión entre correlación y causalidad. Muchas investigaciones emplean métodos correlacionales en su estudio y periodistas y ciudadanos lo interpretan como una relación causal (A provoca B) cuando es sólo que dos variables covarían a la vez. En este sentido, la formación estadística es también necesaria para poder tomar partido ante las conclusiones de una investigación. Por ejemplo, la ciudadanía puede interpretar que la carne procesada provoca cáncer cuando lo que muestran los estudios es que se relaciona con el cáncer, pero no es una relación de causa-efecto. 

Por todo ello, en la medida que la formación es necesaria para conocer y saber cómo afrontar los dilemas científicos que ocurren, la iniciativa de “Ciencia en el Parlamento” constituye un avance importantísimo en la política científica española. La creación de una oficina de asesoramiento científico en el Congreso de los Diputados ayudará a que los legisladores tengan a disposición especialistas que avalen técnicamente las políticas que desarrollen. 

Sin embargo, no debemos pecar de cientifistas en exceso. No todos los postulados políticos pueden basarse en hechos científicos porque no siempre hay una evidencia consolidada al respecto. Eso sí, siempre se puede informar de esa incertidumbre y que así la ciudadanía pueda tomar partido con toda la información disponible. 

Ciencia: ¿favorable, confiado, admirado?

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Desde una perspectiva general y holística, mi actitud hacia la ciencia en torno a los tres ejes propuestos se puede considerar favorableconfiada y admirativa. Sin embargo, si me paso a pensar con detenimiento cada uno de esos aspectos me doy cuenta de que hay diversos matices y algo de escepticismo. 

Soy favorable a la ciencia, mucho. Soy favorable a una sociedad que invierta en ciencia y esté formada en ciencia. Y cuando hablo de ciencia, hablo de todo tipo de ciencia, no sólo de las llamadas “experimentales”. La alfabetización científica es un instrumento de transformación social y de mejora de la sociedad. El conocimiento científico nos ha permito, en gran parte, ser la sociedad que somos hoy día, con sus avances tecnológicos, biomédicos y sociales. Sin ciencia este posgrado no sería posible. Por todo ello, mi postura es favorable a la ciencia, pero con matices. El primero es que no todo el conocimiento debe ser científico, dependerá de lo que estemos estudiando o formando. El segundo es que en ciencia no todo vale y hay unos límites, especialmente éticos, que deben ser respetados. El tercero, y ya lo avanzaba anteriormente, es que ciencia es todo aquello que emplee el método científico, por lo tanto, deben estar incluidas las ciencias sociales y humanas siempre que hablemos de ciencia. 

¿Confío en la ciencia? Sí, mucho, pero no siempre. No todo lo que lleva el sello de ciencia lo es y, como buen científico, es necesaria una actitud escéptica sobre lo que se ve y lee antes de creérselo a pies juntillas. No sólo aquello que parece ciencia lo es (por ejemplo, la bioneuroemoción) ni todo lo que se hace en ciencia se debe confiar. Debemos tener el conocimiento científico como algo temporal y sujeto a cambio por la propia naturaleza del método científico. Hasta que no se demuestre que algo no funciona mantenemos esa teoría. Pero es que también tenemos niveles de evidencia, no se puede confiar igual en un estudio descriptivo que en un meta-análisis, por lo que este es un aspecto importante para confiar en la ciencia. Además, no todo vale en ciencia, la ética, que ya comenté anteriormente, debe estar presente en cualquier investigación científica y ser la línea roja que nunca debe sobrepasarse. Si esa línea no se pasa y se emplea el método científico con unos resultados válidos y fiables, entonces mi actitud de confianza será plena. 

Por último, mi disposición hacia la ciencia es de admiración. El esfuerzo que implica aplicar el método científico para llegar a unos resultados y conclusiones en un estudio tiene toda mi admiración. Es una tarea ardua, llena de obstáculos, pero muy gratificante. No obstante, los miles de investigaciones que se hacen por todo el mundo no valen nada si no se difunden y comunican. La sociedad suele valorar muy alto al personal dedicado a la ciencia, pero es compromiso de la comunidad científica dar a conocer lo que hace, máxime cuando mucho de su trabajo está sufragado por dinero público. 

En definitiva, mi actitud es favorable a la ciencia, confiado en la ciencia y admirado por la ciencia, pero con matices. No todo vale en ciencia, ni todo lo que lleva el sello de ciencia es digno de confianza y admiración. La actitud de todo científico debe ser de escepticismo y curiosidad y esa es la que yo adopto con la propia ciencia en general.  

Sobre este blog

Hace unos cuantos años inicié un blog y, como muchos, lo acabé dejando. Este no es un intento por retomar ese blog sino que lo inicio por un motivo mayor. He comenzado a hacer un Experto Universitario en Comunicación Científica Universidad Pública de Navarra y la Universidad del País Vasco y me han mandado a abrir uno. Así que colgaré aquí distintas tareas de cada asignatura.